Descendiente de italianos, pero nacido en Lima, decidió a los 20 años construir algo más que un restaurante: un puente entre dos culturas. Su pasión por la cocina, el servicio y el detalle dio vida a un espacio donde cada plato expresa una historia distinta. Para él, la gastronomía no es solo un oficio, sino una forma de conectar, encontrando en cada cliente un nuevo cómplice.